En la entrada anterior vimos que la alineación es un principio muy importante de diseño. Básicamente, consiste en ordenar un conjunto de elementos conectándolos mediante líneas conceptuales (invisibles). Sin embargo, a veces un elemento desconectado puede ser más efectivo.
Toda regla tiene excepción
La falta de alineación crea una impresión de desorganización y descuido en la diapositiva. Mezclar distintos tipos de alineación produce el mismo efecto. Sin embargo, es correcto romper la alineación si sirve a un propósito específico tal como crear tensión, ilustrar un concepto o dirigir la atención a un elemento de la diapositiva.
Arriba: La manzana verde se destaca del resto por su falta de alineación (entre otros recursos) para generar una metáfora visual del titular. Abajo: Las fotos están desalineadas sin motivo evidente y como resultado, la diapositiva luce desorganizada.
En general, la diapositiva gana en orden y claridad cuando los elementos están alineados. Pero como vimos, no siempre es necesario que todo esté conectado. La condición es que si vamos a desalinear un elemento, que sea una acción evidentemente intencional y para clarificar nuestro mensaje.